¿Perimenopausia qué? ¿De qué me hablas?
¿Te ha pasado que de repente te sientes rara, como desconectada de ti misma? Te cuesta dormir, estás irritable por todo, te duelen los pechos como en plena adolescencia, pero tus reglas ya no llegan igual… incluso has pensado que te estás volviendo loca o que algo muy grave te pasa… Tranquila. Respira. Puede que lo que estés viviendo se llame perimenopausia.
Y no, no es un tema de “mujeres mayores” ni algo que le pasa “a las de 50 y tantos”. Puede empezar mucho antes. Y es urgente que hablemos de esto entre nosotras, sin tabúes, sin vergüenza, y sobre todo con información de verdad.
🌒 ¿Qué es exactamente la perimenopausia?
La perimenopausia es la etapa previa a la menopausia (esa fecha mágica en la que dejamos de tener el periodo durante 12 meses seguidos). Puede durar de 4 a 10 años y suele comenzar entre los 35 y los 45 años, aunque cada cuerpo es un universo.
Durante este periodo, nuestros niveles hormonales —sobre todo estrógenos y progesterona— empiezan a fluctuar, a veces de forma salvaje. Y esto genera una tormenta de síntomas físicos, emocionales y mentales que muchas veces no relacionamos con el origen real: nuestro sistema hormonal cambiando de fase.
Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), la perimenopausia afecta al 90% de las mujeres en algún momento, pero menos del 30% la identifica correctamente.
Tabla de contenidos
¿Por qué sucede?
La culpable principal: la caída de los niveles de estrógenos y progesterona, dos hormonas clave en el ciclo menstrual y en la salud femenina en general.
Este descenso afecta al sistema nervioso, al estado de ánimo, al sueño, al metabolismo, a la piel, a la digestión… En resumen: a todo.
“El desequilibrio hormonal en la perimenopausia no solo afecta el ciclo menstrual, sino que impacta directamente en neurotransmisores como la serotonina o la dopamina, claves en nuestro bienestar emocional” – Dra. Miriam Soler, ginecóloga.
😖 Síntomas de la perimenopausia que ni imaginabas
Aquí viene la parte interesante (o desesperante, depende del día): la lista de síntomas que podrías experimentar es tan larga como impredecible. Y lo peor es que muchos médicos ni siquiera los asocian a esta etapa si no estás cerca de los 50.
Apunta, porque puede que te sientas identificada con varios:
Fatiga extrema (ese agotamiento que no se va ni con 12 horas de sueño) Porque del agotamiento muscular ya ni hablamos, tremendo….
Insomnio o sueño muy fragmentado. Y el caso es que a veces tienes sueño, pero no duermes.
Migrañas o dolores de cabeza hormonales.
Ansiedad inexplicable, incluso con ataques de pánico (Ojo, eh, que esta es muy heavy! puedes llegar a creer que tienes un problema mental y que necesitas medicación porque te has vuelto loca.
Irritabilidad y cambios de humor bruscos. Así, porque si, de repente y sin motivo aparente. No soportas a nadie y todo el mundo te cae mal.
Depresión leve o severa, sin una causa aparente.
Baja o nula libido. Esto se puede convertir en un grave problema de pareja.
Sequedad vaginal (sí, también en los 30 o 40).
Dolor de pechos cíclico o permanente.
Problemas digestivos (hinchazón, acidez, gases).
Niebla mental y dificultad para concentrarte.
Pérdida de memoria a corto plazo. Tú, que antes parecías una agenda andante, ahora se te olvidan la mitad de cosas.
Mareos o sensación de vértigo.
Retención de líquidos, tobillos hinchados.
Sudores nocturnos o sofocos repentinos.
Sí, todo eso puede ser causado por la perimenopausia. Y lo más frustrante es que muchas mujeres terminan medicadas con antidepresivos o tranquilizantes, sin que nadie les explique que su sistema endocrino está pidiendo ayuda a gritos.
🧠 ¿Por qué nos sentimos así? Entendiendo el desajuste hormonal
Durante la perimenopausia, los estrógenos pueden subir y bajar bruscamente en cuestión de días, mientras que la progesterona disminuye gradualmente. Esta descompensación genera desequilibrios en la serotonina, el cortisol, la dopamina y hasta en la tiroides.
La doctora Louise Newson, experta mundial en salud hormonal femenina, insiste en que estos cambios no solo son físicos, sino que alteran nuestra percepción emocional, nuestras relaciones y hasta nuestra identidad.
Por eso, muchas mujeres dicen: “no me reconozco. No entiendo lo que me pasa, no sé quien es esta persona que vive en mi, nunca me había sentido así”. Es real. No estás sola. Y no es culpa tuya.
✅ ¿Qué puedes hacer para sobrellevar (y mejorar) la perimenopausia?
Aquí no venimos solo a alarmarte. Hay muchas cosas que puedes hacer para recuperar calidad de vida y bienestar. Te compartimos una guía práctica con lo más importante:
1. Busca un ginecólogo o endocrino especializado en salud hormonal femenina
Parece obvio, pero no todos los médicos están formados en climatério o salud integral de la mujer. Insiste en que te escuchen. Si tu médico minimiza tus síntomas, cambia de profesional. Tu salud no es negociable.
2. Hazte análisis hormonales completos
Incluye:
Estradiol
Progesterona
FSH (hormona foliculoestimulante)
TSH (tiroides)
Cortisol
Vitamina D, B12 y hierro
Esto ayuda a tener una imagen clara de lo que pasa internamente y decidir si necesitas terapia hormonal sustitutiva (THS) o apoyo natural.
3. Terapia hormonal bioidéntica (THB)
No es para todas, pero si tienes síntomas severos, puede ser un cambio de vida. Los estrógenos bioidénticos (generalmente en forma de gel o parches) combinados con progesterona natural ayudan a estabilizar el cuerpo.
👉 Siempre bajo supervisión médica.
4. Suplementos que pueden ayudarte mucho
💊 Magnesio bisglicinato
Ayuda a dormir, reduce la ansiedad y mejora la digestión.
💊 Ashwagandha o Rhodiola
Adaptógenos naturales que regulan el cortisol y reducen el estrés.
💊 Omega 3 (EPA + DHA)
Antiinflamatorio, protege tu cerebro y mejora el ánimo.
💊 Vitamina D3 + K2
Clave para el sistema inmune, los huesos y el estado de ánimo.
💊 Calcio + colágeno
Para proteger articulaciones y prevenir osteoporosis.
💊 Probioticos específicos para mujeres
Mejoran la digestión, el sistema inmune y el equilibrio vaginal.
¿Qué puedes hacer para sentirte mejor?
La buena noticia es que sí hay soluciones. Y no, no todas pasan por la terapia hormonal sustitutiva (aunque en algunos casos es una opción válida y eficaz).
Vamos por partes, que aquí es donde empieza el empoderamiento real.
1. Infórmate y escúchate sin juicio
El primer paso para empezar a sanar es entender lo que te está pasando.
No estás volviéndote loca. No estás “envejeciendo de golpe”. Estás entrando en una nueva etapa de tu vida. Tu cuerpo está cambiando, y merece ser tratado con paciencia y amor.
Lee, pregunta a tu ginecóloga, habla con otras mujeres. La información es poder.
2. Consulta con profesionales especializados
No todos los médicos están actualizados en salud hormonal femenina. Busca (si puedes) un ginecólogo o endocrino especializado en menopausia o salud hormonal de la mujer.
Y si puedes trabajar con una nutricionista especializada en hormonas, mejor que mejor.
“Muchas mujeres sufren durante años sin saber que están en perimenopausia. Un simple análisis hormonal puede aportar muchísima claridad” – Dra. Elena Carrillo, experta en endocrinología ginecológica.
3. Cuida tu alimentación: tu cuerpo necesita más que nunca una dieta aliada
Hay alimentos que pueden ayudarte muchísimo a estabilizar tus hormonas.
Estos son algunos pilares clave:
✅ ALIMENTOS QUE SUMAN:
Grasas saludables: aguacate, frutos secos, aceite de oliva virgen extra, salmón.
Proteínas de calidad: huevos, legumbres, tofu, carnes magras.
Alimentos ricos en fitoestrógenos: lino molido, soja no transgénica, tempeh.
Verduras de hoja verde (ricas en magnesio y calcio).
Semillas: chía, sésamo, calabaza.
❌ ALIMENTOS QUE RESTAN:
Azúcar refinado (sí, incluso ese «caprichito diario»).
Harinas blancas.
Ultraprocesados (ojo con los “snacks saludables”).
Alcohol (sí, incluso esa copita de vino para dormir).
Cafeína en exceso.
Un intestino feliz = hormonas más equilibradas.
Y por cierto: beber suficiente agua y añadir infusiones digestivas o depurativas (como diente de león o manzanilla) también ayuda.
- Jiménez, Dra. Radharani(Autor)
💣 1. Te medican sin necesidad (y sin resultados)
Muchas mujeres acaban tomando antidepresivos, ansiolíticos o incluso pastillas para dormir, cuando en realidad lo que hay detrás es un desequilibrio hormonal profundo.
¿El resultado? A veces, los síntomas mejoran un poco, pero no desaparecen. O incluso empeoran. Porque el origen real del malestar no se está tratando.
“Hay mujeres que pasan años tomando psicofármacos sin que nadie les haya hecho una analítica hormonal básica. Y lo más triste es que llegan a pensar que están locas.”
— Dra. Miriam Al Adib, ginecóloga especializada en salud femenina.
😔 2. Te crees que “hay algo mal en ti”
Cuando te diagnostican depresión (y no lo es), tu mente empieza a contarse una historia errónea:
“Estoy rota”, “no sirvo”, “no valgo lo que antes valía”.
Y esa narrativa se te mete dentro. Te paraliza. Te desconecta. Y, lo peor, te hace perder la confianza en ti misma.
🕳 3. Te aíslas porque “nadie te entiende”
Muchas mujeres sienten que sus síntomas son invisibles, que sus parejas no las comprenden, que las amigas siguen con sus vidas y ellas están atrapadas en un túnel sin nombre.
Y como no saben que esto tiene un nombre (perimenopausia), se callan.
Y el silencio se vuelve soledad.
Confundir la perimenopausia con una enfermedad mental no solo retrasa el tratamiento adecuado, sino que puede hacerte sufrir más de la cuenta, generar diagnósticos erróneos y medicaciones innecesarias.
Pero cuando entiendes de dónde viene lo que te pasa… todo empieza a tener sentido.
Y puedes actuar. Cuidarte. Reorganizar tu vida con más conciencia.
Así que si estás ahí, en medio del caos, no te lo calles.
Pide análisis, haz preguntas, habla con otras mujeres.
Porque este desorden que sientes no es debilidad ni locura.
Es información. Es una señal.
Y sobre todo… es el comienzo de tu renacimiento 💛
💪 ¿Por qué es tan importante el ejercicio durante la perimenopausia?
¡Ay amiga, el ejercicio en la perimenopausia es un temazo! No solo porque te ayuda a sentirte mejor físicamente, sino porque es uno de los mayores reguladores hormonales naturales que tenemos las mujeres. Literalmente, el movimiento puede ser medicina en esta etapa de tu vida. Y no es una frase bonita: es ciencia.
Así que si sientes que no tienes energía, que tu cuerpo ya no responde igual o que estás atrapada en un bucle de fatiga y tristeza… el ejercicio adecuado puede ser tu salvavidas.
Durante la perimenopausia, nuestras hormonas (estrógeno, progesterona, testosterona, etc.) empiezan a fluctuar de forma impredecible. Esto afecta todo: desde tu metabolismo y tu ánimo, hasta tu masa muscular, tu piel y tu libido.
Y aquí es donde entra el ejercicio. Porque actúa sobre todos esos frentes:
🔥 Beneficios del ejercicio durante la perimenopausia:
Reduce los sofocos y los sudores nocturnos
Mejora el estado de ánimo y combate la ansiedad y depresión
Disminuye la niebla mental y mejora la memoria
Regula el sueño
Aumenta la energía y vitalidad
Ayuda a mantener el peso y reducir la grasa abdominal
Fortalece huesos y músculos, previniendo la pérdida ósea
Mejora la resistencia a la insulina (clave para prevenir enfermedades metabólicas)
Potencia la autoestima y la conexión con tu cuerpo
🧘♀️ ¿Qué tipo de ejercicio es mejor?
Lo importante no es hacer más, sino hacer lo adecuado según tu fase y tu energía. Aquí no se trata de matarte en el gimnasio, sino de moverte de forma inteligente y amorosa.
💥 Entrenamiento de fuerza (2-3 veces por semana)
¡IMPRESCINDIBLE!
Durante esta etapa empiezas a perder masa muscular y ósea de forma natural, así que necesitas fortalecer tu cuerpo sí o sí.
No estamos hablando de convertirte en culturista, sino de activar tu sistema muscular y óseo para mantener tu metabolismo vivo.
✔️ Pesas libres, máquinas, gomas, TRX, calistenia…
✔️ No necesitas un gimnasio: puedes empezar en casa.
👉 Beneficios: mejora el metabolismo, regula las hormonas, protege los huesos, previene lesiones, sube la libido (¡sí!) y eleva la autoestima.
🚶 Cardio moderado (3-4 veces por semana)
Aquí no se trata de correr una maratón, sino de moverte con ritmo y constancia:
✔️ Caminar a paso ligero
✔️ Bicicleta, elíptica, subir escaleras
✔️ Bailar (¡ideal para animarte y liberar endorfinas!)
✔️ Nadar
👉 Beneficios: mejora la circulación, quema grasa visceral, regula el sistema nervioso y mejora el sueño.
¿Sabías que caminar 30 minutos al día reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares hasta en un 30%?
🧘 Yoga, pilates y ejercicios de suelo pélvico
Estos ejercicios son perfectos para trabajar desde dentro:
✔️ Mejoran la postura y la movilidad
✔️ Activan el suelo pélvico (clave para prevenir escapes y mejorar la vida sexual)
✔️ Reducen el estrés y equilibran el sistema nervioso
✔️ Potencian la conexión cuerpo-mente
👉 Incluso 10-15 minutos al día pueden marcar la diferencia. Hay rutinas específicas para mujeres en perimenopausia, incluso gratuitas en YouTube.
❗ Lo que no te conviene tanto en esta etapa
Sí, lo sé, hay modas que te dicen “haz HIIT todos los días y quema grasa”. Pero en perimenopausia, eso puede ser contraproducente.
⚠️ Evita entrenamientos de alta intensidad muy frecuentes si estás agotada o con mucho estrés.
Hacer demasiado cardio o entrenamientos muy extremos puede aumentar el cortisol y empeorar tus síntomas hormonales (como insomnio, ansiedad o inflamación).
📌 Escucha a tu cuerpo: si estás muy cansada o has dormido mal, ese día prioriza caminar, estirar o respirar.
La clave está en equilibrar: fuerza + cardio moderado + descanso activo.
La perimenopausia no es el final, es un nuevo comienzo
Durante demasiado tiempo, la perimenopausia ha sido la gran ignorada de la salud femenina. No sale en las conversaciones de amigas. No se enseña en el colegio. Y muchas veces, ni siquiera las médicas nos lo explican como deberían. Así que cuando llega, nos coge desprevenidas, sin nombre y sin mapa.
Pero ya no más.
Este reportaje no es solo información. Es un abrazo. Una linterna encendida en mitad del túnel. Una mano amiga que te dice:
✨ «Lo que sientes es real. Lo que estás viviendo tiene sentido. Y no estás sola.»
Porque sí, la perimenopausia puede ser confusa, agotadora y hasta aterradora. Pero también puede ser el inicio de un nuevo vínculo contigo misma.
Un momento para parar, escucharte, cuidarte y volver a ti.
Con nuevos hábitos. Nuevas prioridades. Nueva fuerza.
💛 Tu cuerpo no te está traicionando. Te está hablando.
💛 Tus hormonas no son enemigas. Solo están cambiando el lenguaje.
💛 Tú no estás rota. Estás reconstruyéndote desde dentro.
Así que no te resignes. No te calles. No te invisibilices.
Busca respuestas. Cuida tu salud. Escoge el movimiento. Pide ayuda si la necesitas. Háblalo.
Y sobre todo: háblate con amor.
Desde Ahora Mujer, queremos acompañarte en cada etapa.
Porque esta transición no tiene por qué vivirse en soledad.
Se puede vivir con consciencia, con autocuidado, con tribu.
Y también, por qué no, con alegría y poder.
Porque lo que viene después… también puede ser maravilloso 🌷
- Vázquez, Dra. Clotilde(Autor)
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